lunes, 15 de febrero de 2010

Welcome.Goodbye. Laura Y Ezequiel.

.UNO.

-¿Ya te atendieron?

-No.

-Qué pena, lo que pasa es estamos un poco llenos. Dime. ¿Ya sabes qué vas a pedir?

-No. ¿Qué me recomienda?

-No sé. Depende lo que quieras. Algo de tomar o de comer, algo frío o caliente, con café o licor.

-Algo con café.

-¿Frío o caliente?

-Caliente.

-¿Alcohol?

-Un poco no estaría mal.

-Bueno te puedo recomendar…

-No así está bien. Ya con todas las especificaciones lo dejo a su elección.

-¿Segura?

-Si. ¿No confía?

-Está bien.

.DOS.

-Aquí está.

-¿Qué es?

-Dos Puntos.

-¿Qué tiene?

-Espresso doble, leche condensada, chocolate amargo, leche batida y Frangelico.

-Delicioso, espero. Gracias. ¿Administrador?

-Si.

-Y también el dueño, no?

-Si. ¿Por qué?

-Lo que pasa es que vengo a ofrecer unos productos. Hago postres y tortas.

-Veo. Mira, si quieres, dame unos minutos ya vuelvo.

-Está bien.

.TRES.

-Bueno ahora sí. Cuéntame.

-Me encantó el café.

-Me alegro. ¿Algo más?

-¿Qué?

-Que si deseas algo más.

-No así estoy bien. Bueno como te dije, hago postres y tortas. Estoy empezando en el negocio y pues me gustaría saber sí te interesa.

-La verdad, te dije que me esperaras un momento porque si. Desde la semana pasada estoy buscando alguien que pueda reemplazar. Voy a cambiar toda la carta de repostería.

-No te ha ido muy bien con lo que estas ofreciendo?

-No es eso. Me cansé de los productos y los productos de mí. Han tenido buena acogida. La verdad desde que abrimos he cambiado una vez. Está sería la segunda.

-Cómo que los productos se cansaron?

-Si. Tendría que ver y probar lo que tú haces. Aquí trabajo y me gustaría seguir trabajando con tres sabores de tortas, muffins, tres postres y dos de galletas. Podrías?

-Claro. Algunos en especial?

-No me gusta predisponer. Mira. Lo que no me gusta no se vende, en eso soy un poco complicado. Si tengo problemas, por más que me gusten los quito. Si me gusta lo que haces, hablaríamos de negocios, te dejaría entrar al café.

-Gracias. Te podría traer algunas muestras. Escogerías y de eso depende. Es poco probable que no quieras trabajar conmigo. Te va a gustar. Hasta podrías aumentar. Que los tres se sumen y los dos se multipliquen.

-Veo. Los egos sobrepasan los tamaños de los moldes. Pues eres mi primera opción. No he hecho nada por falta de tiempo. Me habían recomendado a alguien pero ya has venido.

-No son egos. Son aceptaciones. Reconozco lo que hago. Y bueno, lo has dicho, he venido. Quizá me pueda quedar.

-Cuando podes traerme todo.

-Yo creo que para pasado mañana. ¿Está bien?

-Tráeme las descripciones. No las recetas. Sólo lo que tienen y como se llaman, para ti.

-Obvio no las traería. Listo así quedamos. ¿Cuánto te debo?

-Si me gusta, no pagás. Cortesía. De lo contrario ahí hablamos.

-Está bien. Laura.

-Ezequiel.

.CUATRO.

-Ezequiel. Es la Laura.

-¿Cómo vas?

-No sé, ¿cómo voy?

-Ah! Pero preguntas. Bien. No creo en el egocentrismo que es más grande que quien lo dice pero estabas un poco en lo cierto. Es mejor de lo que esperaba y lo mejor con lo que podría trabajar hasta el momento si el sabor de las muestras no cambian al cambiar el tamaño, claro.

-Bueno, me alegro, de verdad. Claro no cambian, mejoran. Era lo que necesitaba oír. Bueno, lo sabía.

-Me alegro. Pero los tres se quedan tres y el dos no aumenta. Ya decidí cuales son. Te agradezco haber traído una cotización.

-Un plus de la confianza que tengo.

-Pasada pero bien puesta. Tendrías que venir. Hablamos cuales son y confirmamos los precios y cantidades.

-Me parece. Puedo más tarde.

-Si. Más tarde está bien. Te espero.

.CINCO.

-Tantos sabores en éste sitio y tanta simpleza en tu vida.

-Si, está bien. Aquí está tu pago. Lo que te debía de la última vez que me dijiste lo mismo pero venías con un pedido. Agradece, ahora no vas a volver.

-También vas a mostrarle a ella lo plano que hay dentro de ti. También la vas a aburrir. Porque es la tercera que entra haciendo lo mismo, las otras dos caímos y vimos también el abismo sin sabores que hay dentro de ti, sólo que no se ve tan pronto. Por lo menos me hubieras podido decir. Ja! No puedes distinguir las cosas ni separarlas. Un vacio con enredos

-Quería evitarme estas cosas de manera prolongada. Si tan plano y soso, como dijiste, soy de qué y por qué sufres.

-No sufro. Sólo que… seas como sos. Me fastidia.

-No puedo trabajar con alguien así. Me incomoda. Ya sé que estas cosas no se deben mezclar. Pero si tanto te estorbo te dejo ir.

-¿Dejárme ir?. Pendejo. Es sólo el dinero. Sabías que lo necesitaba y contaba con él. sólo que el aguantarte resultó más complicado. Además no pensé que mezclaras las cosas. Pero igual debí suponerlo.

-Si, está bien. Lo que querás.

-Ezequiel? Ah! Perdón. Interrumpo?

-Dale Laura seguí.

-Veo. Espero no volverte a ver.

-Qué pena, no sabía que estabas ocupado.

-No hay problema. Mejor así. Mira, estos son. Ahora sí hablemos.

-Está bien.



1 comentario:

  1. Hay unos acentos, muy poquitos, para corregir. Me gusta mucho Mateo, dan ganas de ir a desenmarañarle la cabeza a Ezequiel, dan ganas también de probar las delicias que hace Laura, también se intuye que ella podría ser la que tumbe esa pared que ha construido el propio Ezequiel.

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