martes, 5 de octubre de 2010

.Perfiles de Personajes. Ideales En Un Mundo Pérfido.

Marco, un joven de 26-28 años de edad, tez blanca, alto (1.75-1.80m), delgado, pelo negro corto y barba poco poblada. Vive con sus padres en la ciudad (Cali), tiene un hermano mayor, el preferido de sus padres por parecerse a ellos. Es de estrato medio-alto, vive en un buen lugar, siempre ha vivido acomodado. Nunca ha tenido muchos amigos, ha sido una persona solitaria y callada. Considera que sencillamente él es así y que el mundo no le interesa, aunque muy dentro de su ser, siente que el mundo le debe esa amistad y camaderia, esa confianza y ese amor que simplemente ha visto mas nunca ha llegado a tener.
En su hogar se dado cuenta o simplemente ha creído que esas relaciones son únicas y que no se comparten; sus padres ocupados todo el tiempo de ellos mismo y la sociedad, direccionan todo el amor, cariño e interés en el hijo mayor, aquel que ha correspondido a sus deseos y semejanzas, dejando a Marco en un segundo plano, el plano del asistencialismo, aislado y solitario, sentimental y cariñosamente abandonado. Estudió en buenos colegios, pero consumido por la soledad, intentando ser lo que no es, nunca fue un estudiante destacado, no quiso entrar a la universidad, se dedico a la lectura, a estudiar idiomas y a trabajar, en cualquier cosa para ocupar su mente en algo más que en lo sencillamente le faltaba a su vida, sin necesitar el dinero.
Cree que el mundo es sencillamente como él lo plantea, es decir con lo que le falta, con los patrones y costumbres que la sociedad plantea (muchos “amigos”, estudios, una relación, compromiso; Nacer, vivir, reproducirse, someterse y morir). Por lo anterior, ha intentado acercarse y encajar en esa vida, en ese mundo que la sociedad le dice o le da a entender, es el modelo a seguir, modelo de la supuesta felicidad lo que lleva a ser socialmente aceptado; han sido intentos, no ha logrado lo que ha intentado, por lo que se ha sumergido en sí mismo, se ha aislado más y ha visto en esas fallas, derrotas ante el mundo y sí mismo. Siente que el mundo le ha fallado como él al mundo, por lo que comienza a repudiar y a odiar el exterior siendo una consumación consigo mismo; al mismo tiempo que odia el entorno, se odia a sí mismo, pero prefiere calmar el odio hacia su ser, lastimando el exterior.
Consume su ira lastimando a otra persona, ve reflejada la debilidad en la mujer, considera que hay un mejor, un ser superior, que él no lo es pero que tampoco lo es la mujer y mucho menos la raza negra.
Quizás ataca a la mujer por creerse superior, por creer al género que da la vida como culpable de lo que pasa en el mundo y a su vez de lo que le pasa a él. O por sentirse tan poca cosa en relación a lo que el mundo le pide (él cree que le pide y asume que así lo desea) que se siente débil y no capaz de enfrentarse un semejante (hablando de género). Refleja en la raza negra una exclusión, una exclusión que el también siente y ha generado, por lo que arremete contra sí mismo a través de la distinción del color de la piel.
Sin darse cuenta el momento y lo sucedido escapa la finca de sus padres, la cual no visita hace mucho tiempo. En medio de la soledad, el alcohol y el cigarrillo comienza a revivir lo que ha cometido y el por qué ha escapado. La violación a una joven de raza negra, su asesinato y posterior violación lo acongojan. Los recuerdos habitan en su mente siente en las drogas legales un refugio, en los rincones de la casa, una visita a sus rincones mentales, a su conocimiento y apropiamiento personal. Ve en el exterior un mundo que supone lo ha rechazado y excluido que lo ha enviado a cometer lo que no pensaba y ahora lo juzga en silencio y en medio de un bello paisaje. Comienza a adentrarse en sus rincones a sufrir en silencio y a vivir en los abismos de su mente hasta que se da cuenta de su naturaleza, acepta lo que ha hecho y le gusta hasta el punto de caer en la debilidad de repetirlo y sólo así, comenzar de la manera “natural” y “normal”. Comienza a disfrutar del entorno y se mezcla con él y con su actuar violento, con su desprecio por las mujeres de raza negra, lo que ha de ser un desprecio por su debilidad, por sí mismo, un ataque a la exclusión de la que se siente parte; su gusto por la violación, por ser el medio por el cual acceder a lo carnal ya que el mundo no se lo presento de manera grata; la necrofilia como acto de consumación de y aceptación en cuanto a lo cotidiano, el hecho de contemplar relaciones por un tiempo definido, un tiempo muerto dentro de la muerte misma interna de los vivos.

Juana, una joven de 22-25 años, 1.60-1.65 m de estatura, tez negra. Una joven enamoradiza, amante de lo que conoce, de la naturaleza y las historia mitos y ritos en un pueblo cercano a la ciudad, un pueblo que está ahí, a la espera de sus demás habitantes, del turismos, un pueblo que hace de sus residentes desde el nacimiento los trabajadores de los demás (los visitantes).
Juana ama el rosado y cree en los príncipes y las princesas, en el amor, la religión y el matrimonio (como en la castidad), vive en un mundo de ilusiones y de falsas esperanzas, aunque para ella son esperanzas y la falsedad no existe, es confiada y cree que en algún momento llegará una mejor vida para ella, una vida de opulencia y amor puro. Trabaja en una casa en el pueblo haciendo el aseo y la comida, cuando los dueños van descansar. Ha sido acosada sexualmente por antiguos jefes, pero se ha librado de buena manera, sin ser lastimada y sin que lo anterior afecte sus creencia y ese mundo que no existe.
Vive con sus padres y dos hermanas en una finca, donde trabajan la tierra, esto en conjunto con los trabajos que realizan, le da para vivir de manera sencilla pero cómoda para ellos.
Juana ama a los animales y cree que, el hombre a pesar de la maldad, es bueno. Un día salió a comprar algunos alimentos para la cena en su casa con el pago que le acababan de dar. Simplemente creyó en la humanidad y en el amor, en los gustos y las pasiones, en un mejor mañana y miró a quien no debía y estuvo en el lugar equivocado, en la hora incorrecta. Ella no pidió ser como era, no pidió creer en el amor simplemente lo fue y se dio, pero este mundo no todo lo permite.

sábado, 21 de agosto de 2010

¿Hay Futuro?

Juan, Ana y Luis, tres jóvenes sencillos de 21 años amigos hace cuatro sin nada fuera de lo normal, con el simple hecho que compartían una amistad muy fuerte y por ende muchos gustos en común, todos fuman la misma marca de cigarrillos pero sólo cuando toman café y eso sí el café tiene que ser bien negro y sin azúcar y sí se puede con media chocolatina Jet adentro. Cuando alguno se lee un buen libro lo presta y se lo leen los otros dos por turnos y así sucesivamente. Todos tres preocupados por el mundo y con una concepción de éste bastante intrigante al mismo tiempo ponían en duda la noción que se tiene del hombre como ser superior.

Además de los muchos gustos iguales que compartía este trío, pertenecía al ALF (frente de liberación animal), un grupo anónimo considerado ilegal y hasta terrorista que defiende los derechos de los animales y los libera cuando estos están siendo maltratados o usados para experimentos. Además de liberarlos, destruyen parte de las instalaciones donde éstos se encuentran, generando así pérdidas económicas para las personas que hacen parte del maltrato o experimento animal. Es tanta la fuerza que este grupo ha tenido con los múltiples “ataques de liberación”, que hasta el mismo FBI los tiene bajo la “mira”.

En los últimos días, Ana recibió una información muy interesante sobre un nuevo laboratorio que había venido de otra ciudad que estaba haciendo unas pruebas no muy legales, y que apenas estaban adecuando la seguridad pero los “sujetos de análisis” ya estaban dentro de la nueva locación, lo que hizo que le rotara la información a sus dos compañeros con motivo de acción – reacción. Entre los tres habían hecho dos rescates satisfactorios y uno (el último), no tanto, donde les tocó dejar todo a medias y huir.

Con el pasar del tiempo, desde que empezaron a hacer parte de este frente de liberación, habían designado un fondo común económico, para comprar garrotes, picos y demás, con los cuales realizaban sus actos.
Juan y Luis, después de leer la información que les había pasado Ana, concluyeron que este nuevo laboratorio, situado muy cerca de la casa de Juan, era su próximo destino para demostrar el amor por los animales y el desprecio por quienes los maltratan. Así fue. Planearon todo, desde la vestimenta, los “utensilios” que iban a implementar hasta la hora. Al cabo de una semana, hicieron el trabajo de observación y demás, ya estaban listos.

Era domingo, unos cuantos ciudadanos asistían a misa de siete, otros cenaban, otros follaban u otros simplemente mataban el guayabo de la farra anterior mientras estos tres partían a arriesgar sus vidas por unos ideales. Parecía que todo se hubiera confabulado para hacerles lograr su cometido, las calles estaban solas. Luis tiene una camioneta de estacas, la cual les permitía ubicar al animal que liberarían esa noche. Al llegar al sitio, cortaron unos alambres que rodeaban la casa/laboratorio, sus ropas hacían juego con el color de la noche y sus gestos con el silencio del lugar, a esa hora no se encontraba nadie cerca. Rompieron la puerta con un martillo de construcción, dañaron computadores con garrotes y agua, quebraron vidrios, ventanas, partieron asientos, escritorios y demás, hasta que llegaron a donde realmente les importaba.

Rompieron la jaula, quitaron un tubo que se encontraban dentro de una fosa nasal, retiraron la sonda que estaba pegada con cinta a su boca, quitaron dos agujas intravenosas, una que estaba en la mano y la otra en el pie, conectadas a bolsas de suero que contenían cualquier químico raro, Juan y Luis lo retiraron con mucho cuidado, mientras Ana filmaba todo, para dejar un registro. Pasaron por todos los vidrios rotos y demás con mucho cuidado. Al salir se escuchaban una “sirenas”, apresurados pero con cuidado, acostaron a quien traían en una especie de cama que habían acondicionado en la parte trasera de la camioneta y emprendieron su huída de la justicia por el mero hecho de hacer justicia de una forma no tan convencional.

Lo lograron, escaparon del ruido de las “sirenas” y cuando llegaron a casa de Juan escondieron la camioneta de Luis en el garaje y Ana empezó a analizar al sujeto y comentó en voz alta para quedara registrado en el video:-“hombre blanco, de un metro con 60 y de unos 19 años de edad aproximadamente…”

martes, 13 de julio de 2010

?bang'¿

Lengua, idioma, sonidos. Los idiomas cambian, varían, las lenguas a su vez también cambian, varían, pero dentro de cada quien, dentro de cada boca, dentro de lo que ésta pueda hacerle decir a un objeto ¿?. Tú idioma, una lengua, lo uno para lo otro, va y vuelve. Un sonido para un carro. Otro para un disparo. Allá es ‘Bang’ algo más sofisticado, más ‘underground’ porque lo que lo hace sonar no es quien (en la mayoría de las veces o que voy a saber yo) lo mando, todo es oculto y peligroso, todo es malo, todo, quema, mata o debe ser castigado y no por cualquiera. Es ‘Bang’ más “cool” más pendejo, más cagado de toda su ser, un intento estético a una mierda que no lo es. Lo somos pero no cuando nos fuerzan. Ellos sueltan el ‘Bang’, se esconden, corren, huyen, escapan y luego te apuntan con el dedo. Aquí es bum’, corré hijoputa, corré, porque así como se matan en el campo sin razón, nos matamos aquí creyendo tenerla. Corré porque quiero ser más que vos y eso significa vivir más tiempo que vos así sea una mañana más porque soy así pero sé que hay otros que son peores. Pero ni modo, ese bum’ no termina, así como allá mueren vestidos de verde luchando por una patria que los abandona en el momento en el que les otorga el rifle, acá el bum’ como se corta crece, sale y sale más, y entre más son, peor es esto. Más mierda pisan porque eso es lo que han dejado los otros y lo que estamos dejando nosotros. A más mierda, peor el cagadero donde estas parado y ese mismo donde terminas horizontal, a costa de qué.
Entre más mierda, más se vuelve un mundo pseudoartista para cubrir qué con qué, esto ya no se tapa y consumado en lo mismo, en una miseria, que cree que puede aplacar la que ya se vive. Intentamos ser más profundos, pero una profundidad en dónde. Qué hay para sumergirse, un humanismo que pagamos por tener pero no nos damos cuenta que eso no se compra ni se tiene, se imita de algo que no existe porque ya se acabó o nunca existió. O qué*
No quiero un punto sólo que se quede titilando, intermitente una raya vertical que plasma algo aquí, en qué.

viernes, 23 de abril de 2010

.ORDEN.

EZ (presentación del personaje)
E-Zin Sabor (las relaciones de Ezequiel contadas a través de los objetos y regalos)
EZ y ELLA (diálogo entre Ezequiel y Laura. Cuando se conocen)
EZpacio (los lugares físicos que habita Ezequiel)
EZ (la llamada y cuando se da cuenta de la muerte de su primo junto con la escena)
Ezequiel y el Primo. (donde se muestra la relación de Ezequiel con su primo)
Visita (la visita de Antonieta al café)
ViajEZ (el viaje de Ezequiel a Palermo)
dEZEnlace (final de la historia)

Estos serían los capitos que entrarían. Quizá todos en desorden y que el lector vaya uniendo los capítulos.

"I Scream. You Scream. We all Scream for ice Cream."





Hoy llegué de Palermo. Laura quedó encargada del café. Se quedó a dormir en mí apartamento. Acabo de entrar, está acostada en el sofá, tiene una sábana blanca sobre su cuerpo, está desnuda, se le puede ver una parte de su seno derecho, su pelo cae por los bordes del sofá, una pierna destapada.

Pongo a hacer café, me siento en una banca de la barra de la cocina, contemplo. Puedo ver la luz ya entrando en la habitación, le está llegando a su cuerpo. El café ya está, abro la nevera y encuentro una caja que tiene un papel encima que dice: “bienvenido”, la tomo y la abro, me siento en un sillón que está cercano al sofá, pongo el pocillo en la mesa, al parecer es una de sus nuevas creaciones. Un pie de pecanas y trozos de chocolate amargo con un ligero toque de licor de cacao. Parto un pedazo con el tenedor. Subo la mirada y está despertándose.

Se despereza de manera suave y aún entre dormida. No se percata de su desnudez o hace caso omiso. Me mira y sonríe. Le digo que está delicioso. Me pregunta cómo me fue. Sonrío. Tomo un sorbo de café y otro pedazo del pie. Tomo otro sorbo de café. Me acerco a ella y me arrodillo ante el sofá, ante su cara. Siento que intenta robarse mi aliento. Delicioso- dice. Le doy un beso muy cerca al labio. Se sube la sábana y tapa su seno. Se despereza de nuevo y sonríe igual. Pongo el pocillo y el plato en la mesa. Le doy un beso en la boca. La abre. Me mira. Se sienta en el sofá y me atrae con sus manos. La sábana se ha deslizado por su torso. Me besa. Quito la sábana del sofá.

Juntos terminamos el pie y el café, ya frío.



lunes, 19 de abril de 2010

.ella, él, ella, él, ellos, eso(s) doZ.





¿INportA?



El café estaba un poco vacío. No había mucho por hacer aquella tarde. Llegó una bella mujer de pelo color zanahoria, zanahorias como la que usa Laura en su torta junto con almendras, pasas y brandy. Se acercó al mostrador, le pude ver una pequeña mancha que parecía chocolate, llamaba la atención sobre su piel.

- hola, quiero algo con chocolate, qué tienes?

- Hola. Bueno tengo volcán de chocolate relleno de chocolate blanco y amargo. Tengo un postre con los tres chocolates, almendras caramelizadas y coulis de uchuva. También…

- Ése, y me regalas un vaso con agua.

- Está bien.

Partí la porción, saqué un pedazo pequeño para mí, sin salsa, dos tenedores, mientras la acababa de decorar y se la llevé. Después de volver al mostrador volví la mirada hacía la mesa. La mujer lloraba y mientras lo hacía lamía el postre, las manos entre las piernas. Me acerqué a preguntarle sí le pasaba algo, levantó los ojos, se paró de inmediato y me lamió el labio inferior, al parecer tenía rastros de chocolate también. Me pareció demasiado raro pero no actué de manera opuesta a lo sucedido.

Dijo que no tenía sabor, pero aun así me pidió un beso. Creo que podría haber atracción alguna entre los dos. No lo niego, posiblemente en otro momento hubiera afirmado esa atracción que ella mencionaba, así fuera falsa, pero la verdad no me interesaba, no me sentía en momento y menos en situación de dar rienda suelta a los deseos reprimidos de una completa bella y confusa desconocida en donde mí retribución sería el goce, el de ella, quién sabe; conflictos tenemos todos, resoluciones para éstos varían.

Le pregunté su nombre, Antonieta, como de muñeca, como de no existir. Luego de repetir que no tenía sabor, que quizá era un amargo lo que quedaba en su boca luego de haberme lamido, insistía en que había atracción y que me iba a dar la oportunidad de resarcirme ante ella con los sabores del resto de mi cuerpo. Deseaba probarme.

Llegó Laura con los postres, me saludó con un beso muy cerca a los labios, pobre quizá pudo probar un poco de ésta cliente que al ver lo sucedido dejó un billete en la mesa, cogió su bolso, se sobó el pelo, miró el piso y aceleró el paso. Se marchó aún con la misma mancha de chocolate con la que entró.

Yo seguí mi trabajo, recogí el sobrado de sus lamidas y lavé el plato. El mundo es una gran mancha que ofrece múltiples tonalidades y mezclas. Cada quien con sus saturaciones y manera de vivir. Es aceptar lo que pasa e intentar resolver, que el mundo interno puede ser como nos lo planteamos y el externo como se nos plantea todos los días.

Mañana viajo. Laura se quedará encargada del café, confío en ella. Después de la visita compartimos un nuevo postre y dos cafés, ultimamos detalles. Sé que voy a exhalar muy fuerte, pero ya estoy comenzando a inhalar de nuevo.

viernes, 9 de abril de 2010

{.}

Conocí a Gabriel en Adrià de Besòs, Barcelona. Lo conocí por referencia de las personas en la búsqueda de transporte. Lo conocí limpiando un baúl. Habíamos parado ahí según el itinerario para buscar transporte hacia Palermo y así fue, nos sumergimos en (la) Melancolía.

Llegamos a Palermo. Luis desapareció en el aire. Permaneció en nosotros. Ramón no pudo quedarse mucho. Gabriel, el señor que nos llevó comentó que se iba a quedar que sí quería podía buscarlo cuando decidiera irme, quería conocer, recorrer y hacer propio aquel entorno que sucumbía en su belleza. Querer que lo que no es nuestro lo sea, así sea por un corto periodo de tiempo contrastando y contrarrestando nuestra realidad. Yo decidí quedarme un día más. O quizá dos.

Visité la playa de Mondello y recorrí uno de sus mercados, admiré la belleza de las frutas y las delicias artesanales que se podían ver. Entendí el deseo y la frustración de Luis al no poder venir en vida. Admiré, recorrí y degusté, tanto sus alimentos y propuestas como su ambiente, el entorno y la tranquilidad, una calma me recorría.

Llegué a un café y tomé asiento, pedí un vaso con agua y pude ver que alguien me llamaba de una mesa, era Gabriel, estaba sentado en una mesa al lado del vitral que daba a la calle. Me senté con él.

Le pregunté por el baúl. Me contó sobre su historia y sobre sus recuerdos de manera muy vaga. Me pareció una persona un poco rara, quizá porque pude ver un poco de mí en él…

“Los recuerdos son de la mente y el cuerpo, vuelven a uno cuando sea necesario o cuando los llames. Si se extravían en el tiempo y en el espacio universal o de tú mundo por alguna razón será. Es el valor que le damos a los objetos, a lo material, es un intento de aferrarnos a lo engañosa que pueda ser la memoria; es un intento de no querer soltar. Por eso mis recuerdos, los que quiero conservar están en mí, guardados y asimismo en un baúl. No siempre podemos cargar con nuestras maletas, por lo que no siempre podemos vivir en el pasado, enfrascados en los recuerdos. Los pasos que diste para llegar aquí nunca serán los mismos, han sido cosa del pasado, tú presente se agota con cada respiro o con cada intento de no soltar el pasado por frustrante que sea. Cuando nos aferramos a lo que hemos vivido, es el resultado de la falta de superación. Superación de lo que sea cuando nuestro ayer martilla brusco nuestro hoy, hay que buscar qué se hace; o sumergirnos en nuestro propio hoyo negro de la memoria o afrontar los vientos del hoy. Despedir, olvidar, concluir, por funesto que pueda resultar, sí es que se desea vivir o intentar hacerlo.”

Gabriel se quedó pero me presentó a alguien que había conocido y quien podría ayudar en mí viaje mi destino permanente. Tuve ganas de abrazarlo al despedirme, él simplemente me dio la mano.

miércoles, 7 de abril de 2010

.NADA.

“Televisión, para borrarse de la transmisión

revólver sexual, para la ruleta rusa

La oscuridad me acecha incrédula.

Nada que pueda perder, Nada que no pueda hacer, Algo que te alivie. Algo que me cure.

Nada que pueda perder, Nada que no pueda hacer, Algo que te alivie. Algo que me cure.

Transfusión, de magia pura para el corazón, Rimel de miel pa corregir la tristeza

televisión, para borrarse de la transmisión revólver sexual, para la ruleta rusa…”

domingo, 4 de abril de 2010

Cenizas. Luis. Sobre Palermo.



Acabo de llegar a Palermo. Después de unas cuantas paradas para conocer e intentar soltar y reconocer. Hoy la muerte está presente como el aire, no se puede hablar de lo uno sin lo otro, los opuestos, las realidades, la vida sin la muerte, la muerte sin la vida. Afrontar y reconocer, aceptar y continuar, vivir y superar.

Luis me escribía de manera constante. Antes de su muerte, había estado escribiendo algo. Hacía poco habían llegado de un viaje, habían recorrido una parte Italia. Luego de llegar pudo conocer Palermo, la cual no había visitado, la vio en una película; Luis había quedado enamorado. Junto con lo anterior, comentaba en la carta que la próxima vez que hicieran un viaje sería primero a Palermo y luego a los otros destinos y quería que yo los acompañara. No hubiera dicho que no, pero a la larga no podía decir nada, la carta no llegó a mis ojos sino después de la muerte de Luís; Ramón decidió mostrármela justo antes de irme.

Hoy he decidido hablar con ramón, preguntarle por Luis. Las cenizas siguen en su apartamento. Le he hecho una propuesta, como cual película me siento en un gran cliché, cliché que poco me importa ante los deseos de mi primo. Ramón acepta viajar conmigo.

El bar puede funcionar sólo, con sus colaboradores por unos días. Laura además de la encargada de la repostería, se ha convertido en un apoyo aunque ella poco lo sospeche, decidió colaborar debido al viaje. Le confío, más que en nuestros diálogos que han sido pocos, en su ser.

Hoy estoy aquí, al igual que él. Ramón nos acompaña, te acompaña. Has estado aquí tres días. Y te quedaras en cuerpo. Pero en nuestro ser, mente y corazón quedaras por siempre.

sábado, 27 de marzo de 2010

1.

1. Int. Apartamento Ezequiel. Noche.

Ezequiel,38 años, tez blanca, flaco, alto, pelo y barba negra ambos con apariencia descuidada, lleva un jean oscuro y camiseta negra,   Suena el teléfono, Ezequiel contesta. Escucha atentamente en silencio. Pone el teléfono en su lugar. Camina de un lado a dentro del marco de la puerta.

Abre la gaveta del nochero de su cuarto. Toma una cajetilla de cigarrillos ya abierta y una caja de fósforos, deja la gaveta abierta y sale de su cuarto. Se sienta en el sofá mirando hacia el cuadro Guayazamín. Abre la cajetilla y saca un cigarro, lo pone en su boca. Abre la caja de fósforos, saca uno, lo prende y deja consumir, cuando está a punto de quemarle los dedos lo tira al cenicero. 

Abre la caja de fósforos, saca uno, lo prende y deja consumir, cuando está a punto de quemarle los dedos lo tira al cenicero. 

Abre la caja de fósforos, saca uno, lo prende y deja consumir, cuando está a punto de quemarle los dedos lo tira al cenicero. 

El pie se mueve de manera acelerada contra el piso.

El filtro del cigarrillo comienza a humedecerse.

Prende otro fósforo.

Cae un fósforo apagándose al cenicero inundado de fósforos ya apagados.

Quita el cigarrillo de su boca.

Se acuesta en el sofá.

Cae un cigarrillo partido y húmedo a la mesa al lado del cenicero.

viernes, 19 de marzo de 2010

:out:LOUD...


Ezequiel perdió a su familia. Madre, padre, y hermano(aún en el vientre). Había adquirido un gran afecto por su hermano. No le afectaba la diferencia de edad. Toda su familia muere y va a vivir con su tía, su esposo y sus dos primos. Luís, su primo, intenta sumergirlo en su mundo, en su entorno, lo invita a que entre y haga parte de su vida, que se siente en el sillón de su memoria y contemple la perspectiva que tiene de las cosas, de sus preferencias y pensamientos. Ezequiel accede. No intenta que supere lo de sus padres, sólo distraerlo; intentar arriesgar el luto ante la memoria y el olvido. Es una relación de amigos, de primos, hermanos, de confianza y aprendizaje.

Luís muere. Es asesinado cuando han intentado robarle. Su novio es quien le avisa a Ezequiel, quien queda como si le hubieran arrebatado la vida, pero cuyo cuerpo caminara aún entre los vivos. Su primo le deja sus ahorros. Ambos compartían un gran gusto y amor por la comida y la bebida, el alcohol y el dialogo (en especial Luís, Ezequiel compartía más su escucha que su voz); por lo que decide invertir el dinero y montar un café-bar-restaurante-bistró.

A través del tiempo y las relaciones Ezequiel comienza a darse cuenta que la gente ve y siente un vacío en él. No logra conservar una relación, en donde la mayoría le achaca lo que él comienza a sentir. Acepta.

Ezequiel pierde a su familia. Consigue una nueva, Luís. Lo pierde. Es la búsqueda del reemplazo, el intento de completar el vacío. Pero es también la no superación de la perdida, el olvido ante la confrontación. Lo paños sobre la perdida que su primo entibió. La búsqueda silenciosa de quién apacigüe dos dolores o el temor de enfrentar. De superar. Reflejo de sus relaciones y la dedicación a su bar.

sábado, 13 de marzo de 2010

.oN.

¿Qué?

No, no me puedes salir con esto ahora.

¡Ves! Sabía que tenía razón.

Mamá, Papá, lo siento. El hombre no puede ser como quienes lo engendraron quisieran. Si fuera así en qué época y con qué mente estaríamos.

Vos lo sabias todo y lo habías ocultado, cómo podes hacernos esto luego de todo lo que te hemos ofrecido. Desde la muerte de tus padres hemos intentado hacer lo más que hemos podido por vos. Y sólo ahora pones la cara, cuando la rama ya se torció y salió. Hubieras hablado cuando recién tuviste oportunidad, la gente se puede componer.

¿Componer de qué? Eso no es una enfermedad. Agradezco lo que han hecho por mí. De ahora en adelante no tienen que volver a hacer nada. Lamento no tener que cómo pagarles ahora

Esto no es un golpe o un raspón en un mueble, ésta es una decisión personal. Es una apropiación de y para mi vida. Este soy yo.

La primera persona que se enteró del amor, gusto y preferencia que sentía Luis por su mismo género, fue su primo. Fue algo que surgió desde un momento determinado en su vida, no es que haya pasado algo en especial, sencillamente un día despertó, miró una foto que tenía su madre, en donde su niñez la sintió reflejada en su presente, conjunto con su vida hasta ese momento; temores, amores, triunfos, fracasos, parientes, amigos, reuniones, encerradas en su cuarto, depresiones, elecciones, decisiones, vicios, profesores, enemigos, mascotas, comidas, fiestas, fotos, películas, cuadros, viajes, canciones. Salió de su cuarto y miró el mundo con otros ojos, con unos ojos que habían estado tapados desde hace muchos años. Despertó a su primo y le dijo:-“siento que…no, me gustan los hombres.” Claro que no fue despertarse y ya, no fue así de sencillo, fue una búsqueda y un cuestionamiento que de vez en cuando retomaba sin saber como afrontarlo. Con el tiempo los miedos y las telarañas mermaron y se pudo ver, pudo identificarse, pudo sentirse propio de si mismo.

Su primo, el más cercano de todos y mayor que él, había sido más que un hermano para él. Desde hace algunos años había estado viviendo con ellos (luís, su hermana, su madre y su padre). Sus padres y su hermano habían muerto en un accidente, su hermano aun se encontraba dentro de su madre. Quedó sólo, su tía lo acogió con mucho cariño, al igual que el resto de la familia. Era un muchacho tranquilo, solitario con una inmensa pasión por las imágenes, pero no en movimiento. Le encantaba dibujar, pintaba cada que podía y en cualquier superficie, desde la muerte de sus padres su mano no concentraba empuñar un lápiz, un pincel, un marcador, ni siquiera un lapicero. Se había concentrado en vivir el día a día y a compartir con su primo, quien siendo menor era el que lo invitaba a sus fiestas, le presentaba a sus amigos y amigas, lo llevaba a donde iba. Con el tiempo encontró en su primo un gran amigo, una persona, que de pronto no lo conocía mucho pero que sí se dejaba conocer. Hubo un lazo mucho más fuerte. Luís no pretendía que se “abriera” sentimentalmente, consideraba que al dejarse conocer, lograba que su primo pudiera ayudarse con su perdida y así mismo tener un aliado, que le hacía falta en su familia.

Familia pretenciosa, con interés de reflejar lo que no eran y de mantener esa mirada en el ojo ajeno. Factor relevante que se hizo a manera de pacto, luego que su hijo se mostrara tal como era. Un pacto de silencio a la sociedad por parte de la preferencia de su hijo. Un hijo que se sintió perteneciente a una sociedad y no a su familia pero actuó como considero que debía hacerlo.

sábado, 6 de marzo de 2010

Tiempo.

Está sentado en la sala del apartamento, son las 3:15 de la mañana, desde que colgó el teléfono está así. El pie lo mueve de manera descontrolada, lleva ya casi media caja de fósforos gastada. Sólo mira el Guayasamín, mueve el pie e intenta no caer en la tentación. Se enteró que tienen a su primo en el hospital, está muy grave.

Estuvo sentado en la sala del apartamento, eran las 3:15 de la mañana, desde que colgó el teléfono había estado así. El pie lo movía de manera descontrolada, llevaba ya casi media caja de fósforos gastada. Sólo miraba el Guayasamín, movía el pie e intentaba no caer en la tentación. Se había enterado que tenían a su primo en el hospital, estaba muy grave.

Estará sentado en la sala del apartamento, serán las 3:15 de la mañana, desde que cuelgue el teléfono va a estar así. El pie lo moverá de manera descontrolada, llevara ya casi media caja de fósforos gastada. Sólo mirará el Guayasamín, moverá el pie e intentará no caer en la tentación. Se enterará que tenían a su primo en el hospital, estará muy grave.

domingo, 28 de febrero de 2010

.


El cigarrillo cada vez está más cerca del fósforo encendido.

El sofá se me hace gigante, el intento de plagiar a Guayasamín me abruma, en especial la imagen que es.

El cenicero, lleno de fósforos apagados en mi intento de no arruinar lo que con esfuerzo pensé, ni me interesaba lograr. El cigarrillo en mi boca, el filtro ya húmedo.

Está sentado en la sala del apartamento, son las 3:15 de la mañana, desde que colgó el teléfono está así. El pie lo mueve de manera descontrolada, lleva ya casi media caja de fósforos gastada. Sólo mira el Guayasamín, mueve el pie e intenta no caer en la tentación. Se enteró que tienen a su primo en el hospital, está muy grave.

Su primo vive en la capital desde hace dos años, cuando decidió que su pareja era más importante que las apariencias que deseaba guardar su familia. Tiene casi los treinta. En éste momento no se cree que vaya a llegar. Acaba de llamar Ramón, está muy mal, su voz ronca se quebró cuando le explicó la situación a Ezequiel. El amor de su vida está en una condición muy delicada de salud debido a tres tiros. Luís era y aún seguía siendo el protegido de Ezequiel. Las preferencias existen y éste era el preferido de sus primos desde niño. Siempre andaban juntos cuando jóvenes. Ezequiel fue la primera persona de la familia que se enteró de la inclinación sexual de su primo. Lo apoyó y lo acompañó, mucho, quizá más de la cuenta. Lo defendió cuando le contó a sus padres, el día que lo hizo, llevó a Ezequiel con él, hasta ese momento nadie más sabía. Desde ese día, en el que “Eze” había sido su apoyo, la vida en relación con su familia se volcó insoportable, supuestamente se habían resignado e iban a intentar vivir con eso, pero no apoyaban a su hijo en el ámbito público y le rogaban que fuera algo muy “bajo perfil.” Luís se aguantó esto un tiempo, unos años, hasta que conoció a Ramón, profesor, veinte años mayor, homosexual en la esfera privada y pública. Empezaron un romance, romance entre estudiante-alumno muy clandestino por ser esto algo complicado por la situación y la posición de ambos. Cuando Luís acabó el postgrado, siguió siendo privado, oculto, silente para la sociedad por el amor, el respeto y la idiotez que sentía hacía sus padres. Ramón se cansó del asunto y aceptó un trabajo en una universidad en Bogotá. Luis no aguantó más, abrió los ojos, Ezequiel le ayudó a despegar los parpados, se fue. Juntos tenían una muy bella relación, tanto en lo personal como en lo laboral, trabajan juntos, así lo se lo aseguraba a su primo, cuando lo llamaba, casi todas las semanas.

Ezequiel viaja, llega a la clínica, se encuentra con Ramón. Su primo acaba de fallecer. Ezequiel no parece asimilarlo. Se va luego de abrazar a quien consideró como un cuñado, se esconde en un baño y trata de devolver su vida, de ver cada momento que lo ha marcado o que simplemente recuerda, en especial, los que compartió con su primo.

Su primo le ha dejado los ahorros. Luego de los trámites, recibe el dinero, se queda un tiempo acompañando a Ramón. Regresa a su ciudad. En un intento de reestructuración de su vida, guarda muchos recuerdos, muchos momentos reflejados, abandona una parte de su vida, se desprende un poco de su familia, que no se ha enterado de la muerte de Luís, pues lo dieron por muerto cuando decidió marcharse. Ezequiel calla. Se da cuenta que están arrendando el local que queda debajo de su apartamento. Lo alquila. Lo convierte en un café-bar-restaurante, en uno como le hubiera gustado tener a su primo. Invierte el dinero que éste le dejó. Con su conocimiento en cocina, no ve fracaso.

Hoy prendo el cigarrillo de nuevo, el filtro está muy húmedo, no me importa, no sé qué ha pasado. Estoy dentro de mi vida, viendo lo que ha pasado, me he quedado en ese momento. Sé que no será el último cigarrillo, sé que el estrés y la ansiedad no se me irán. Es como haber vuelto, a estar en el baño del hospital, es como volver a sentir ese sufrimiento, ver.

jueves, 25 de febrero de 2010

Flavors.¿Cuáles?



Andrea ha corroborado lo que quien estaba antes de ella me había insinuado, muy sutil. No sé sí sea así, he intentado en varias ocasiones realizar una lectura propia, meterme en mi, en mi interior, verme como soy, no lo logro. Trato de ver que tan símiles fueron las relaciones, para ver si es algo que ha sucedido. He intentado, no lo he logrado, no es que no haya podido distinguir algo en especial, es que no he logrado revisar en mi qué es lo que pasa. No creo en los psicólogos ni en los libros de autoayuda, mas creo en la introspección personal de libre decisión no inducida por un tercero, de maneras tan distantes pero tan relacionadas.
Tengo un llavero, es una boca, grande, roja, pero sin la lengua afuera, ésta guarda silencio y expresión alguna. Fue uno de los regalos de Tatiana. Psicóloga fracasada, pero no por ser mala en su profesión sino por el mal que achaca a la sociedad y la falta de las oportunidades que hay en ésta nuestra patria, que le tocó reinventarse, cambiar los libros por la batidora y los textos de Freud por las recetas de su mamá. Empezó a hacer y a vender comida, eso sí a los habitantes de ésta patria, el apetito aún no se les ha perdido. Me ofreció sus productos antes de abrir el negocio, eran muy buenos, de lo contrario no hubiera aceptado y mucho menos hubiera inaugurado con ellos. Un café dio paso a un exquisito tiramisú inundado en alcohol y fuerte tostión, con exceso de amaretto y café, fuerte, como los amo, acompañado con un cigarrillo (en ese entonces no los guardaba para no caer en tentación y con ella, cómo dejarlos. ¿tentación que se superó?), luego del primer cigarro un trago de amaretto con unas gotas de naranja (jugo, zumo), qué combinación, combinación que compartíamos, combinación de la que surgió una relación muy bonita y tormentosa, lo primero al parecer sólo lo creía yo, creo, lo segundo ella y luego me lo transmitió, pero un tormento sin tormenta, un tormento que guardaba la calma y era apaciguado por mí, un peor tormento decía ella. De todas las cosas que me obsequió, materiales, quise guardar el llavero, lo demás lo quemé, al igual que hice con lo de Andrea. El llavero como recuerdo de lo que ella me dio a entender como conclusión de cierre a la relación, mi silencio ante lo que pasaba, cómo me dejaba llevar por la vida, que reflejaba (sentimental y emocionalmente) más con el último pedazo del tiramisú y el primer sorbo del amaretto o espresso que con los problemas que ella suscitaba y con las peleas que surgían. “La relación estaba destinada al fracaso” eso lo dijo (¡que cliché!), cuando la mató, era una mezcla de sexo con negocio. Sexo y dinero. Que no habían sentimientos involucrados que no compartíamos nada más, que yo no me, ni se lo permitía, que no exponía nada y demostraba lo mismo. Quizá ella quería un cliente por partida doble. La relación duró más de lo que ella pensó, como 32 semanas. El llavero está por ahí, sé que lo conservé.
El cigarrillo que no me fumo, por la vida que supuestamente vivo a conformidad y deseo prolongar. El llavero que calla quien soy pero que refleja la nada, el vacío que me achaca y que se vive cuando comparto, lo mismo.
Andrea dedicada al negocio desde hacía ya un buen rato, llegó al igual que Laura, cuando no la estaba buscando pero la necesitaba, a ella o a alguien que reemplazara, solamente en el negocio, pero que luego se incrustó y se aposentó el sillón vacío de mi gran interior, lo dijo, pero no se sí sea así, tanta repetición así sea falsa, quizá pueda generar una verdad o simplemente un tema de apropiación. Fue algo más simple, esta vez no había Tiramisú ni café. Sólo alcohol, puro y removedor de conciencias y apaciguador de verdades, de la realidad. El aguardiente del valle su pasión estimulante, lo compartíamos pero a mí me quema, me quemaba, sensación pasada superada por la constancia y la circunstancia. Encontró en mí un resguardo y un apoyo, o así quise verme, ahora me pregunto si lo fui. Su hijo un factor importante en su vida, pero el estar sola hacia que se sintiera frágil ante esa, supuesta relación incondicional y amorosa. Luchadora, posesiva, frágil. Dos meses, quizás un poco más, algunas pequeñeces otorgadas con algún valor no material quemadas, fuego del que se salvó un lapicero, me lo dio sin mina, aún esta vacío, gota de más en la tinta que manchó la relación por fuera de la hoja, cuando lo sacó en cara el día que antepuso la relación ante la búsqueda de la experiencia de su vida y de cómo enfrentarse a ella.
Silencio y
vacío rondan mi ser en un intento de cuestionamiento, auto. Ambos han salido de las dos últimas relaciones o intento de éstas, de las anteriores guardo los recuerdos a los que miraba como superiores que algo material con un significado, alguno, trascendental.
No soy amante de guardar cosas que no necesito, ahora lo que guardo me intenta reflejar la exploración, de qué, de quién. Cuestionamiento que antes no tenía cabida y que si continúo igual no creo que futuro vaya a tener. Afrontar o conocer, buscar.

lunes, 15 de febrero de 2010

Welcome.Goodbye. Laura Y Ezequiel.

.UNO.

-¿Ya te atendieron?

-No.

-Qué pena, lo que pasa es estamos un poco llenos. Dime. ¿Ya sabes qué vas a pedir?

-No. ¿Qué me recomienda?

-No sé. Depende lo que quieras. Algo de tomar o de comer, algo frío o caliente, con café o licor.

-Algo con café.

-¿Frío o caliente?

-Caliente.

-¿Alcohol?

-Un poco no estaría mal.

-Bueno te puedo recomendar…

-No así está bien. Ya con todas las especificaciones lo dejo a su elección.

-¿Segura?

-Si. ¿No confía?

-Está bien.

.DOS.

-Aquí está.

-¿Qué es?

-Dos Puntos.

-¿Qué tiene?

-Espresso doble, leche condensada, chocolate amargo, leche batida y Frangelico.

-Delicioso, espero. Gracias. ¿Administrador?

-Si.

-Y también el dueño, no?

-Si. ¿Por qué?

-Lo que pasa es que vengo a ofrecer unos productos. Hago postres y tortas.

-Veo. Mira, si quieres, dame unos minutos ya vuelvo.

-Está bien.

.TRES.

-Bueno ahora sí. Cuéntame.

-Me encantó el café.

-Me alegro. ¿Algo más?

-¿Qué?

-Que si deseas algo más.

-No así estoy bien. Bueno como te dije, hago postres y tortas. Estoy empezando en el negocio y pues me gustaría saber sí te interesa.

-La verdad, te dije que me esperaras un momento porque si. Desde la semana pasada estoy buscando alguien que pueda reemplazar. Voy a cambiar toda la carta de repostería.

-No te ha ido muy bien con lo que estas ofreciendo?

-No es eso. Me cansé de los productos y los productos de mí. Han tenido buena acogida. La verdad desde que abrimos he cambiado una vez. Está sería la segunda.

-Cómo que los productos se cansaron?

-Si. Tendría que ver y probar lo que tú haces. Aquí trabajo y me gustaría seguir trabajando con tres sabores de tortas, muffins, tres postres y dos de galletas. Podrías?

-Claro. Algunos en especial?

-No me gusta predisponer. Mira. Lo que no me gusta no se vende, en eso soy un poco complicado. Si tengo problemas, por más que me gusten los quito. Si me gusta lo que haces, hablaríamos de negocios, te dejaría entrar al café.

-Gracias. Te podría traer algunas muestras. Escogerías y de eso depende. Es poco probable que no quieras trabajar conmigo. Te va a gustar. Hasta podrías aumentar. Que los tres se sumen y los dos se multipliquen.

-Veo. Los egos sobrepasan los tamaños de los moldes. Pues eres mi primera opción. No he hecho nada por falta de tiempo. Me habían recomendado a alguien pero ya has venido.

-No son egos. Son aceptaciones. Reconozco lo que hago. Y bueno, lo has dicho, he venido. Quizá me pueda quedar.

-Cuando podes traerme todo.

-Yo creo que para pasado mañana. ¿Está bien?

-Tráeme las descripciones. No las recetas. Sólo lo que tienen y como se llaman, para ti.

-Obvio no las traería. Listo así quedamos. ¿Cuánto te debo?

-Si me gusta, no pagás. Cortesía. De lo contrario ahí hablamos.

-Está bien. Laura.

-Ezequiel.

.CUATRO.

-Ezequiel. Es la Laura.

-¿Cómo vas?

-No sé, ¿cómo voy?

-Ah! Pero preguntas. Bien. No creo en el egocentrismo que es más grande que quien lo dice pero estabas un poco en lo cierto. Es mejor de lo que esperaba y lo mejor con lo que podría trabajar hasta el momento si el sabor de las muestras no cambian al cambiar el tamaño, claro.

-Bueno, me alegro, de verdad. Claro no cambian, mejoran. Era lo que necesitaba oír. Bueno, lo sabía.

-Me alegro. Pero los tres se quedan tres y el dos no aumenta. Ya decidí cuales son. Te agradezco haber traído una cotización.

-Un plus de la confianza que tengo.

-Pasada pero bien puesta. Tendrías que venir. Hablamos cuales son y confirmamos los precios y cantidades.

-Me parece. Puedo más tarde.

-Si. Más tarde está bien. Te espero.

.CINCO.

-Tantos sabores en éste sitio y tanta simpleza en tu vida.

-Si, está bien. Aquí está tu pago. Lo que te debía de la última vez que me dijiste lo mismo pero venías con un pedido. Agradece, ahora no vas a volver.

-También vas a mostrarle a ella lo plano que hay dentro de ti. También la vas a aburrir. Porque es la tercera que entra haciendo lo mismo, las otras dos caímos y vimos también el abismo sin sabores que hay dentro de ti, sólo que no se ve tan pronto. Por lo menos me hubieras podido decir. Ja! No puedes distinguir las cosas ni separarlas. Un vacio con enredos

-Quería evitarme estas cosas de manera prolongada. Si tan plano y soso, como dijiste, soy de qué y por qué sufres.

-No sufro. Sólo que… seas como sos. Me fastidia.

-No puedo trabajar con alguien así. Me incomoda. Ya sé que estas cosas no se deben mezclar. Pero si tanto te estorbo te dejo ir.

-¿Dejárme ir?. Pendejo. Es sólo el dinero. Sabías que lo necesitaba y contaba con él. sólo que el aguantarte resultó más complicado. Además no pensé que mezclaras las cosas. Pero igual debí suponerlo.

-Si, está bien. Lo que querás.

-Ezequiel? Ah! Perdón. Interrumpo?

-Dale Laura seguí.

-Veo. Espero no volverte a ver.

-Qué pena, no sabía que estabas ocupado.

-No hay problema. Mejor así. Mira, estos son. Ahora sí hablemos.

-Está bien.