viernes, 23 de abril de 2010

"I Scream. You Scream. We all Scream for ice Cream."





Hoy llegué de Palermo. Laura quedó encargada del café. Se quedó a dormir en mí apartamento. Acabo de entrar, está acostada en el sofá, tiene una sábana blanca sobre su cuerpo, está desnuda, se le puede ver una parte de su seno derecho, su pelo cae por los bordes del sofá, una pierna destapada.

Pongo a hacer café, me siento en una banca de la barra de la cocina, contemplo. Puedo ver la luz ya entrando en la habitación, le está llegando a su cuerpo. El café ya está, abro la nevera y encuentro una caja que tiene un papel encima que dice: “bienvenido”, la tomo y la abro, me siento en un sillón que está cercano al sofá, pongo el pocillo en la mesa, al parecer es una de sus nuevas creaciones. Un pie de pecanas y trozos de chocolate amargo con un ligero toque de licor de cacao. Parto un pedazo con el tenedor. Subo la mirada y está despertándose.

Se despereza de manera suave y aún entre dormida. No se percata de su desnudez o hace caso omiso. Me mira y sonríe. Le digo que está delicioso. Me pregunta cómo me fue. Sonrío. Tomo un sorbo de café y otro pedazo del pie. Tomo otro sorbo de café. Me acerco a ella y me arrodillo ante el sofá, ante su cara. Siento que intenta robarse mi aliento. Delicioso- dice. Le doy un beso muy cerca al labio. Se sube la sábana y tapa su seno. Se despereza de nuevo y sonríe igual. Pongo el pocillo y el plato en la mesa. Le doy un beso en la boca. La abre. Me mira. Se sienta en el sofá y me atrae con sus manos. La sábana se ha deslizado por su torso. Me besa. Quito la sábana del sofá.

Juntos terminamos el pie y el café, ya frío.



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